Hoy acaba la semana negra, pero este año casi no voy. Lo que pasa que el mi fiu me empujo a ir casi por narices, lo que ye la juventud. La verdad que ya no estoy pa esos trotes, ni pa estos jaleos. Menos mal que pasamos por la tarde, marchariamos sobre las siete y media, la mareona de gente empezaba a llegar. Nada parecido a la primera que se hizo en el Musel, para unoos pocos.
Subimos en los coches de choque, primero él en los pequeños, y luego los dos juntos en los grandes. Me recordó cuando de neños ibamos a las fiestas de jove, y al prau de la jirafa a los coches de choque, siempre estaban los típicos macarrillas y las minifalderas, todos los días estaban por allí.
Lo que mas me sorprendió fue un personaje que estaba cerca de las carpas saharauis, supuestamente durmiendo en una tienda de campaña, y que estaba con unas orejeras de seguridad para el ruido y recitando sin detenerse el periódico a quemarropa del día, se parecía a Leo Basi.
Que apretado estaba todo, ¿no?. Y la arena pa las que llevan tacones y no quieren manchar los zapatos nuevos, un incordio.
