Ya casi no quedan castañas, pero es el momento de las cenas de Navidad; de la empresa, de los del colegio mayor, de los de la mili, de los colegas, de los que tu quieras.
Yo he celebrado la primera y no se cuantas más tendré estas navidades. Da gusto juntarse con gente que hace tiempo que no ves, y todo gracias a los organizadores de estos eventos, que se esfuerzan en que la tradición no se pierda.
Luego el año que viene habrá que pensar en todo lo que se come en estas fechas, y empezar la dieta del aguilucho.
1985: EL AÑO DE PERICO Y LOS ORÍGENES DE UN AFICIÓN
Hace 14 años
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